Por: Felix Moreno.
Romanos 13: 1-2
Dios ordena a sus hijos a obedecer a la autoridad. Si no conocemos la importancia de la autoridad delegada por Dios, no podremos vivir una vida cristiana victoriosa porque siempre estaremos fuera de la voluntad del Señor. La Autoridad delegada por Dios. Dentro de la familia, Dios ha establecido que el varón será cabeza del hogar 1ra.Corintios 11:3, 1ª.

Timoteo 3:4; y que la mujer debe sujetarse a él. Ef. 5:22, Col. 3:18, 1ª. Pedro 3:1. Si conocemos las leyes de la autoridad que Dios nos da, caminaremos en su perfecta voluntad. Primera Ley de Autoridad. "La persona que tiene autoridad tiene que estar sometida a su autoridad.

El apóstol Pedro le dice a la esposa cómo debe comportarse para llevar a Cristo a su esposo que no cristiano debe someterse a su esposo y reconocer que él es cabeza de la familia de la familia.

 Para el esposo esto significa estar sujeto a Jesucristo, al Padre Celestial, a sus autoridades espirituales y autoridades en su trabajo. La esposa debe sujetarse a su esposo, los hijos a sus padres. Si alguien se rebela a la autoridad, no tendrá la autoridad que Dios da. Segunda Ley de Autoridad.

La persona que tiene la autoridad, tiene la responsabilidad de cuidar a los que están sometidos a él. Cristo tiene autoridad sobre nosotros, su rebaño, su cuerpo. Nos cuida, guarda y alimenta; el esposo hace lo mismo con su familia.

Tercera Ley de Autoridad. "La persona que tiene autoridad, y no está sometida a su propia autoridad, (o no cumple su responsabilidad de cuidar los que están sometidos a él), está en rebelión y pierde la autoridad apoyada por Dios".

En 1ª. Samuel 15:23. La Palabra nos enseña que el pecado de rebelión es como hechicería e idolatría y la persona deja puerta abierta a los ataques de Satanás. Cuarta Ley de Autoridad. Si una persona que tiene autoridad está en rebelión, abre la puerta a un espíritu de rebelión en las vidas de los que deben estar sometidos a él.

 Por ejemplo: un padre que está en rebelión, puede encontrar rebelión en su esposa y en sus hijos. El pecado de “adivinación” es procurar manipular los acontecimientos. A las personas o el futuro por medio de los espíritus inmundos.

La Sumisión de la Esposa. Ef. 5:23 y 33, 1ª. Pedro 3:1-2. La Sujeción. (Sumisión) y el Respeto están basados en: La Aceptación: Darle valor o dignidad a una persona. Aceptarnos a una persona cuando la apreciamos y la queremos tal como es. Todo individuo tiene derecho a ser respetado y ser diferente. Reconocer la autoridad delegada por Dios.

CONCLUSION:
Cuando se reconoce la autoridad el esposo, estará en descanso porque no toma  la responsabilidad que recae en el hombre. Las esposas no tienen las responsabilidades hechos emocionalmente. La palabra de Dios, nos habla muy claramente que los creyentes deben obedecer a sus autoridades establecidas por Él, es el deber de todos los creyentes. 

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