Por el: Pastor Samuel Elías Guarcas T.
texto: Efesios 4:31-32.
Nosotros los que hemos sido redimidos por la sangre de Jesucristo cuando a Cristo Jesús  dimos un lugar especial en nuestros corazones, en eso mismo instante en que aceptamos a Él cómo nuestro Señor y Salvador, y todos nuestros pecados nos son perdonados. Ese perdón que muchas veces rebasa nuestro entendimiento, de modo como ser humanos nos es difícil asimilar que Jesús ha perdonado completamente nuestros pecados como dice la Biblia.

Después que hemos, sido perdonado tenemos una responsabilidad de actuar del perdón. La traducción correcta en el griego para la palabra. La biblia relata en Lucas 6:37. Dice: "Perdonad y seréis perdonados. El perdón, es decir,  desatar o soltar. Desatar a quienes nos han herido y tenemos que soltar o sanar las heridas para que nosotros seamos desatados a la vez, o curadas  Con el perdón de uno se desata de amargura y resentimiento y se cura. De una manera impresionante.

La Biblia dice: "Perdonad", por lo tanto no es opcional, es un acto de la voluntad y no de los sentimientos. El Perdón, nos hace libres y nos da la paz, para poder desfrutar la bendición. El elementos del perdón Mateo 18:12-25. En el versículo 27, el Señor de aquel siervo le soltó y le perdono de las amarras de esa deuda de diez mil talentos. Borró del libro lo que el siervo le debía, ya no tenia que pagar; eso es soltar o desatar.

Le perdonó; le estaba diciendo: "Ya te solté. Estas libres, no tengo nada contra ti, olvido todo debido a que no tienes que pagarme. Como el Señor del siervo había olvidado, podía restaurarlo a su posición anterior nuevamente. Entonces los elementos del perdón son:

1.       Soltar o desatar  cancelar la deuda.

2.       Olvidar: Nuevo comienzo, como si la deuda no hubiera existido.

3.       No esperar cambios en la persona para perdonarla.

4.       Jesús perdonó a la mujer adúltera. Juan 8:11. Solo le hizo una advertencia, pero no esperó a que cambiara, ni  la condenó.
5.       Las consecuencias de la falta de perdón:

Detenemos el perdón de Dios en nuestra vida. (Lucas 6:37; Marcos 11:26)
No recibimos las peticiones hechas al Señor. (Marcos 11:24-25)
Cuando no hay perdón, hay amargura, y por la amargura entra la depresión y deseos
De suicidarse, pensando que no hay esperanza. No se alcanza la gracia de Dios. (Hebreos 12:15).
Se mantienen relaciones rotas con las personas que nos hirieron, estamos atados a esa persona y al pasado y no tenemos libertad. (Efesios 4:31 -32)

El que no perdona esta atormentado (Mateo 18:34) El Señor le entregó a los verdugos  (atormentadores)
El que no perdona es llamado siervo malvado. (Mateo 18:32).
En Mateo 18:21, Pedro le pregunta a Jesús cuantas veces debe perdonar. La respuesta que le da Jesús es para que Pedro entendiera que no tenía que contar las veces sino que se pusiera en comunión con el Espíritu Santo y se daría cuenta, que fácil sería perdonar día tras día sin llevar la cuenta.

Solamente el perdón nos puede desatar del pasado, desatar a Dios para obrar y desatar la herida. El perdón desata la sanidad interior y física, permite la liberación de demonios, pues el demonio ya no tiene en que apoyarse y el perdón trae paz al corazón del individuos. El perdón verdadero es olvidar totalmente de las cosas con una reacción, qué no ha pasado nada.
¿Realmente he perdonado?
Se debe preguntar de uno mismo. No sea que vaya brotando en nosotros una raíz de amargura y dejemos de alcanzar la gloria de Dios y la presencia de Dios, el que perdona ha entendido la voluntad de Dios para su vida. Un corazón perdonador es lo que Él Señor esta buscando. 

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